Las leyes a las cuales estamos sujetos en esta tierra tienen el propósito de salvaguardarnos de nosotros mismos. Ellas nos ayudan a caminar en y con la sociedad. Así mismo, la ley de Dios debe ser nuestro deleite porque esta nos muestra a Dios, Su esencia, Su carácter y Su moral. A traves de Su ley podemos caminar como verdaderos hijos de Dios, siendo imagen de Dios y semejanza de Dios.

El mensaje del Evangelio es un mensaje de victoria. Es el mensaje donde nuestro Señor no solo vence el pecado, El venció la misma muerte. Ante tanta incertidumbre y desesperanza que este mundo de tinieblas ofrece… en Cristo tenemos verdadera paz, esperanza y victoria. Así como la tumba esta vacía en señal de victoria, también nosotros seremos victoriosos si nuestra esperanza esta en el Señor Jesus.

Con frecuencia nos preguntamos, ¿donde esta Dios en esta o aquella situación por la que atravesamos? La realidad es que Dios esta en Su trono y nunca nos ha desamparado. Una respuesta a esto la vemos en Sus Pactos y promesas a Su creación. Es nuestra responsabilidad conocer Sus pactos, promesas y decretos para poder crecer en fe y esperanza en El.

El ser humano se encuentra en una constante búsqueda de respuestas a los problemas que enfrenta a diario. Sufrimiento, angustia, dolor, perdida, enfermedades y muerte. Esta respuesta no se encuentra en la ciencia o el conocimiento. La respuesta se encuentra en Dios mismo quien es Soberano sobre todas las cosas. Cuando conocemos a Dios, conocemos Su Soberanía sobre nosotros.

Cuando nos encontramos en la búsqueda de llenar el vacío de nuestro corazón, es tiempo de detenernos y buscar de Aquel que TODO lo puede. Solo en el Señor encontraremos el descanso para nuestras almas y la llenura a un vacío que el mundo y sus deleites no pude llenar.

Ante los problemas, situaciones, enfermedades y decisiones diarias… busquemos siempre estar en la presencia del Señor. Que podamos vivir en Sus promesas, en Sus planes y en Sus caminos, buscando siempre hacer Su voluntad para la grandeza de Su gloria.

En el mundo tan demandante en el que vivimos, es necesario cada dia leer mas y estudiar mas la Palabra de Dios. Solo así nos podremos vaciar de las tendencias de este mundo para poder vivir conforme a la santidad y piedad que Dios demanda de nostros. La lectura dedicada nos dará una vida transformada.

Vivimos en un mundo gobernado por los medios sociales. Estos han llevado a la población a un analfabetismo que es abrumador. Con ello, la retentiva y la falta de atención ha ido en incremento afectando esto también el mundo eclesiástico. Es tiempo de volver al Evangelio, a la centralidad de Cristo y la suficiencia de la Palabra de Dios como fuente de Fe y Practica.

Cuando nos encontremos ante las dificultades, problemas y vicisitudes de la vida, debemos detenernos para escuchar la voz de Dios y aferrarnos a Sus promesas.

Mucho ha cambiado a través de la historia en como nos educamos y crecemos en conocimiento y practica. Pero lo que nunca ha cambiado es la Palabra de Dios. Es a Ella que recurrimos como nuestro manual de Fe y Practica.

Vivimos en tiempos muy acelerados, y con frecuencia olvidamos las cosas mas relevantes e importantes en nuestras vidas. Es por esto que debemos tomar un momento y detenernos para ser agradecidos con el Señor por todo lo que tenemos, reconociendo Su fidelidad y Su amor por nosotros aun en medio de nuestra infidelidad.

A pesar de como nos podamos sentir en nuestro caminar, nunca estamos solos. Nos rodean familiares, amigos, compañeros de trabajo o escuela… y sobretodo Dios siempre está con nosotros.

Solo nos toca acercarnos a El.

En medio de un mundo oscuro y lleno de temores, inseguridades, enfermedades e inestabilidad… debemos siempre mirar al Dios Eterno como nuestra fuente de sostén, fe y esperanza.

La Fe, el Amor y la Esperanza son elementos básicos para toda civilización. Sin alguno de ellos seria imposible navegar en un mundo tan corrompido y oscuro.