Aferrados a Sus Promesas
En el campo donde me crié se decían muchos refranes que llamamos “refranes de pueblo”. “Dando golpes como una gallina sin cabeza”, de cualquier malla sale un ratón” y “dime con quien andas y te dire quien eres”, entre muchos otros. Pero, dentro de esos muchísimos refranes de pueblo, existen algunos que los aplicamos a nuestra vida cristiana, que aunque tienen similitud a palabras Bíblicas, no son dichos por los escritores de Ella. Uno de esos refranes es “ver para creer”, y es tomado de lo que dijo Tomas, uno de los doce Apóstoles:
Juan 20:25 NBLA “Entonces los otros discípulos le decían: «¡Hemos visto al Señor!». Pero él les dijo: «Si no veo en Sus manos la señal de los clavos, y meto el dedo en el lugar de los clavos, y pongo la mano en Su costado, no creeré».”
Con mucha frecuencia, tanto este refrán de pueblo como las palabras de Tomas el Apostol las aplicamos a a nuestra vida diaria cuando se trata de las promesas de nuestro Señor para nuestras vida. Las hemos escuchado, las hemos estudiado, las hemos meorizado… pero con muy poca regularidad las aplicamos o las ponemos en practica. El Apostol Pablo dijo a los Corintos que el, “Porque por fe andamos y no por vista” 2 Cor. 5:7 Pablo nos mostró que no era imposible vivir cada dia en las promesas del Señor, pero para ello se requería fe. Así también son las palabras de nuestro Señor Jesus, unas palabra que cargan una promesa que nos ayuda a vivir “cada dia en Su presencia y por Sus promesas”
Mateo 11:28 – 30
“Vengan a Mí, todos los que están cansados y cargados, y Yo los haré descansar.
Tomen Mi yugo sobre ustedes y aprendan de Mí, que Yo soy manso y humilde de corazón, y HALLARÁN DESCANSO PARA SUS ALMAS.
Porque Mi yugo es fácil y Mi carga ligera”
Que palabras tan hermosas nos dice nuestro Señor Jesus, palabras que muchas veces las sabemos de memoria, las hemos estudiado, pero muchas veces no las interiorizamos. Palabras tan necesarias para nuestro diario vivir, palabras que deben hacer eco en todo momento en nuestros oídos. Pero, lamentablemente vivimos en un mundo tan aferrado a cosas que pensamos que tienen suma importancia para nuestras vidas, y con un mal sabor al final vemos que no tenían ningún valor. Pero si por el contrario, nos aferramos y si confiamos en El Señor, El promete que nos sustentará, nos dará descanso y al momento de volver a caminar la travesía sera mas ligera.
Vengan a mí, dice el Señor- esto es un llamado…
Cansados y cargados- El conoce nuestra necesidad…
Y yo los haré descansar- El nos promete descansar y el descanso es en El.
Ahora, esto no significa que no vamos a padecer enfermedades, problemas financieros, problemas de familia, de trabajo, depresión y ansiedad entre mcuhos otros… el mismo Jesús sabia a lo que nos enfrentábamos:
“Estas cosas les he hablado para que en Mí tengan paz. En el mundo tienen tribulación; pero confíen, Yo he vencido al mundo” Juan 16:33 NBLA
Nuestro Señor Jesús vino a este mundo para padecer, y padeció mas que nosotros; fue perseguido, odiado, visto como un hereje, blasfemo, mentiroso, apedreado, le dieron latigazos, le pusieron una corona de espinas, escupido, maltratado, crucificado… Todo eso por ti y por mí. Así que ¿porque somos tan ciegos y no vemos que, si él nos dice estas palabras, estas promesas, son con el propósito de que confiemos plenamente en El y que pongamos nuestras preocupaciones, problemas, enfermedades, situaciones, en las manos de Él? Que tomemos su yugo cada dia y aprendamos de Él, que, siendo Dios, no estimó quien era para padecer por nosotros, siendo manso y humilde de corazón, y que nuestro descanso esta al alcance de nosotros al derramar nuestro corazón, nuestras lagrimas y nuestras suplicas a Él.
Su yugo es fácil y su carga es ligera. Él se dio en amor por ti y por mí.
Nos toca como hijos del Señor, hacer una pausa, meditar en Su Palabra y siempre que vengan problemas (todos los días), recordemos estas palabras, donde la esperanza, el amor y la fe en el Señor, aliviarán nuestras cargas y en fe se las entreguemos a Él, para que en medio de la prueba, Dios da la salida y se lleve toda la Gloria y Honra…
“Escuchar a Dios es Esencial para Andar con El”
En la Presencia del Señor
Coram Deo, el Devocional